Este viaje, en vez de primero elegir un destino y después buscar alojamiento, lo hicimos al revés. Teníamos muchas ganas de conocer a dos alojamientos en Navarra (muy equipados para familias), así que reservamos con antelación y después empezamos a mirar qué podríamos hacer en los alrededores. Los dos alojamientos estaban bastante cerca de Pamplona, concretamente en el Valle de Arce (Cuenca Prepirenaica) y el Valle de Yerri (Estella Oriental).  Y os digo que no nos defraudó. De hecho, repetiríamos zona y alojamientos con mucho gusto. Os damos los detalles, vamos allá!

Nuestro primer destino era Agroturismo Mari Cruz en Villanueva de Arce, un pequeño pueblo de unos 22 habitantes en el Valle de Arce. En otro post ya os hemos explicado todos los detalles de este alojamiento.

Ahora deciros que es una casa encantadora con unos dueños aún más encantadores en un entorno precioso y con todas las comodidades que puedes desear como familia viajera. Nos sentimos muy a gusto y los niños más.

Foz de Lumbier: Buitres leonados y acantilados
En la zona hicimos varias excursiones. Empezamos por dar un paseo en la Foz de Lumbier: un precioso cañón excavado por el río Irati donde viven colonias de buitres leonados. Es una excursión muy interesante y fácil para hacer con niños.

Puedes hacer la ruta corta hasta el Puente del Diablo por la antigua vía del tren de Irati: el primer tren eléctrico de España, que comunicó Pamplona con Sangüesa entre 1911 y 1955. El camino está señalizado, discurre junto al río y atraviesa la roca a través de dos túneles, de 206 y 160 metros de longitud, que no poseen luz artificial. Es una ruta llana de 2,6 kilómetros (ida y vuelta) apto para carros de bebé y sillas de rueda. Nuestros hijos disfrutaron un montón de esta ruta.

La otra ruta es recomendable para familias con niños un poco más mayores, ya que son 5,5 kilómetros de ruta con un poco de desnivel. Nosotros hicimos una parte de la ruta corta. Es maravilloso atravesar los túneles, andar entre los acantilados y ver los buitres volar por encima de ti. Hay parking (de pago) en la entrada de la foz.

Selva de Irati
Agroturismo Mari Cruz está muy cerca de Selva de Irati, el mayor hayedo-abetal de Europa. Desde Villanueva de Arce, en unos 30 minutos estás en Orbaitzeta, uno de los pueblos que da acceso a la Selva. De camino, paramos en el mirador de Ariztokia, muy cerca de Garralda. Es una parada obligatoria, ya que hay unas vistas espectaculares sobre el Valle de Aezkoa.

Para visitar la Selva de Irati, optamos por aparcar el coche en el embalse de Irabia. A los niños les encantó tanto el embalse como el paseo.

Ya que fuimos en marzo, estaba todo muy mojado. Por lo tanto no dimos la vuelta al embalse, pero andamos un trozo de la ruta. Un trozo de bosque precioso que nos sorprendió por su belleza.  

Después del paseo nos quedaron fuerzas para seguir (en coche, eso sí) a la cueva de Arpea para buscar a las Lamias. Las Lamias son criaturas mitológicas femeninas que habitan cerca del agua y peinan su largo cabello mientras cantan. A los niños les pareció un buen plan buscar una Lamia. Un vez de camino en el coche, vimos que estaban quemando las montañas en la parte francesa, lo que dio un aire aún más misterioso a la excursión.

Cuando llegamos al punto donde hay que bajar del coche para seguir andando hasta la cueva nos limitamos a asomarnos ya que nuestra hija más mayor tiene pánico al fuego. Aún así valió la pena acercarse.

En este blog se explica muy bien cómo llegar en coche.

La Madriguera de Tomaso
Nuestro segundo destino era la Madriguera de Tomaso, una casa rural en Eraul (Valle de de Yerri) súper equipada para familias viajeras. Eraul es un pequeño pueblo a 45 minutos de Pamplona y 14 minutos de Estella. Está localizado en un entorno precioso que puedes explorar a pie.

Alrededores de Eraul
En el mismo pueblo puedes hacer varias excursiones que valen la pena. 

Una es caminar hasta la encina centenaria de Eraul, desde donde hay unas vistas preciosas al campo y al pueblo.

Al lado de la encina hay un pequeño parque donde pueden jugar los niños.

Otra excursión que vale la pena hacer es ir al mirador de Lazkua. Dicen que es el mirador más espectacular de Navarra. No recomiendo esta ruta para niños pequeños, ya que hay un balcón natural sin barandillas.

Para los amantes de la pizza está La Panpinela, una pizzería pequeña y agradable con horno de leña y parque para los niños.

Monasterio de Irantzu
Este monasterio fue construido entre los siglos XII y XIV. Tiene un interesante claustro gótico, una iglesia y diferentes estancias más que puedes visitar comprando una entrada. A los niños les gustó verlo ya que nunca habían estado en un monasterio antes.

Lo que más les gustó fue la cocina, donde podían ver cómo se cocinaba hace años.

Nacedero de Urederra
Una de las excursiones más chulas que hicimos durante nuestra estancia con niños en Navarra fue andar hasta el Nacedero de Urederra.

Es un paseo muy bonito de dificultad baja-media que vale la pena hacer con niños, teniendo en cuenta algunos de nuestros consejos. Lo primero que tenéis que tener en cuenta es que hay que reservar una entrada, lo podéis hacer en esta página web. La ruta se puede hacer en unas 3 horas, parando y a ritmo de niños. Para más información podéis echar un vistazo a la crónica que escribimos sobre esta excursión.

Granja Escuela Basabere
Ya que a nuestros hijos les encantan los animales, fuimos una mañana a la granja escuela Basabere en Lezaun, a unos 35 minutos de Pamplona. En esta granja cuidan de animales que han sido maltratados o abandonados. De allí la curiosa variedad de animales que hay en la granja. Hay tanto animales de granja como animales salvajes.

Nosotros optamos por la visita guiada de una hora y media. Fue un gran acierto, ya que cuentan muchos sobre los diferentes animales y dejan que los niños interactuan con ellos. Daila ha acariciado conejitos, cogió un serpiente y se subió encima de un camello. Recomendamos llamar para reservar la visita.

Y así fueron nuestras vacaciones en Navarra con niños! Con muchas ganas de repetir la experiencia.