La ruta de los puentes colgantes de Chulilla con niños
Por fin hemos hecho la ruta de los puentes colgantes de Chulilla con niños! Ya conocíamos Chulilla, un pueblo precioso en un enclave privilegiado, por haber hecho la ruta del Charco Azul.
El nombre oficial de la ruta es “La Ruta de los Pantaneros”, porque es el camino que recorrían en los años 50 los obreros que trabajaban en la construcción del Embalse de Loriguilla.
- Es una ruta linear que lleva hasta el embalse, pero mucha gente opta por cruzar los dos puentes colgantes y volver sobre sus pasos.
- Recomendamos la ruta para niños a partir de 4 años, ya que transcurre al lado de un cañón sin protección (así que los niños no pueden aventurarse solos en la ruta) y hay que bajar (y subir) bastantes escaleras.
- La ruta nos es apto para carros de bebé.
Cómo llegar a la ruta de los puentes colgantes
Chulilla está en la comarca de los Serranos a unos 60 kilómetros de Valencia. Para llegar al principio de la ruta recomendamos aparcar cerca del Ecoparque. Si vienes de Chulilla verás que el Ecoparque está señalizado. Se puede aparcar en una explanada justo al lado de la entrada del ecoparque o seguir un poco más adelante donde también hay espacio para dejar el coche.
La ruta de los puentes colgantes
El paraje natural por donde transcurre la ruta se llama “Los Calderones”, una profunda garganta formado por el paso del río Turia con paredes de más de 80 metros de altura. Veréis que hay muchos escaladores en la ruta!
Desde el ecoparque hay señales que indican la ruta de los puentes colgantes: empezamos por un panel que explica un poco más sobre el paraje natural.
La ruta empieza llana hasta adentrarse más en el paraje natural. Aquí empezamos a subir un poco.
Cuando fuimos nosotros en un cruce justo al principio de la ruta, habían girado la señalización y mucha gente tomaba el camino a la izquierda. Este desvío lleva a unos miradores sobre el Turia y no va a los puedes colgantes, la ruta correcta es seguir siempre recto (teniendo el cañón a la izquierda). ¡Mucho cuidado en esta parte de la ruta, el canón no está vallado!
Enseguida vamos bajando unas escaleras empinadas para llegar al primer puente colgante.
Cruzamos el puente y seguimos bajando escaleras hasta el río. Es un buen momento para descansar un poco.
El segundo puente es un poco menos espectacular que el primero, y mucha gente después de haber cruzado los dos puentes y llegar al tercer puente (que no es colgante y que llega a la zona de escalada) vuelve sobre sus pasos.
Vale la pena seguir hasta dicho tercer puente, porque pasamos por unas rocas preciosas.
Es lo que hicimos nosotros también, pero como comentamos antes, la ruta continua hasta el embalse.
Qué hay tener en cuenta
La ruta de los puentes colgantes de Chulilla es muy bonita, pero muy concurrida, sobre todo los fines de semana. Como la ruta es tan conocida, mucha gente se acerca a conocerla. Había muchas familias, parejas y gente como perros.
Los puentes son bonitas, pero nada del otro mundo. Disfrutamos de nuestro paseo, pero preferimos rutas un poco menos transitadas. Aún así es una ruta bonita y fácil de hacer con niños (desde 4 años).
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